Mariángeles Glavina, docente del Instituto Espíritu Santo, comparte su experiencia en Latin Code Week 2021. El programa propone a los jóvenes crear soluciones tecnológicas para problemáticas actuales. Están abiertas las inscripciones para la edición 2022.
Latin Code Week es un programa educativo co-diseñado por Junior Achievement y SAP que se implementa en 12 países de América Latina. A través de un desafío concreto, los jóvenes, guiados por sus docentes y mentores, proponen una solución, diseñan una propuesta de negocio que la haga sostenible y la convierten en un prototipo de aplicación digital. A lo largo del programa, los participantes desarrollan habilidades socioemocionales, destrezas digitales y de gestión de negocios.
En 2021, Latin Code Week se implementó en 35 escuelas de todo el país. Participaron 775 estudiantes que presentaron cerca de 120 prototipos de apps. La problemática propuesta a nivel regional fue el empleo joven. Los estudiantes, organizados en equipos, debían desarrollar soluciones tecnológicas que impulsaran la inserción laboral en este segmento.
Así, surgió Kaizen, el proyecto de seis jóvenes del Instituto Espíritu Santo de la Ciudad de Buenos Aires. La aplicación ideada por Ailen Racca, Daniel Feijo, Florencia Zamparolo, Malena Roldán, Mara Tavanti y Renata Rabaglia ofrecía cursos gratuitos y pagos, ofertas laborales y de formación, motivación, guía virtual y un diario de objetivos y registro de logros para el usuario.
El equipo de Kaizen atravesó instancias provinciales y nacionales, hasta llegar a representar a Argentina en la final regional. Fueron acompañados por Natalia Usiew, rectora del nivel medio, y Mariángeles Glavina, docente referente del grupo. En esa instancia, también participaron los equipos de Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Perú, Venezuela y Estados Unidos (Miami).
Mariángeles cuenta su experiencia en el programa como docente que acompañó al equipo en la creación y gestión de su proyecto.
¿Cómo fue que se sumaron a participar de Latin Code Week?
La primera vez fue en 2020. En el contexto de aislamiento por la pandemia por COVID-19, se hizo evidente la necesidad de mantener conectados y activos a los alumnos de nivel medio, especialmente a los del último año, que tenían una inmensa tristeza por no poder compartir esa etapa tan especial con sus compañeros.
Así, comenzamos a buscar experiencias que los hagan participar activamente y trabajar en equipo, y encontramos este programa. Nos pareció que, además de ser una actividad sumamente enriquecedora, en la que ponen en juego todas las habilidades blandas que necesitan para el mundo laboral y académico, los mantendría conectados y con una actitud positiva y emprendedora.
¿Y cómo lo recibieron los estudiantes?
Participaron de manera entusiasta y con alegría. Aunque fue una actividad opcional, se anotaron casi todos los alumnos de 5to año.
¿Entonces decidieron replicar la propuesta en 2021?
Sí, nos pareció una experiencia tan motivadora para ellos que decidimos participar nuevamente. En 2021, enmarcamos el programa en una asignatura programática llamada “Seminario: Las TIC en la Producción de Bienes y Servicios”. Si bien fue una actividad obligatoria y con nota, los alumnos volvieron a recibir la propuesta de muy buena manera.
¿Cómo fue la experiencia de haber llegado a la final regional con Kaizen?
Fue muy emocionante. Todo el colegio apoyó al equipo, que no podía creer todo lo que había logrado. Aunque los alumnos estaban con el cierre de bimestre final y evaluaciones de fin de año, se esforzaron mucho en mejorar su producto.
Como docente, ¿qué habilidades creés que aportó el programa a los estudiantes?
Son varias. En un primer momento de brainstorming, por ejemplo, se animaron a proponer todo aquello que imaginaban sin miedo a ser criticados. Se dieron cuenta de que el producto final terminaría surgiendo de algunas ideas que inicialmente iban a ser descartadas.
Luego, aprendieron sobre colaboración y trabajo en equipo. Cada uno tuvo una tarea: algunos diseñaron la app, otros el pitch; y al tener un deadline y sufrir el estrés de tener que llegar, se dieron cuenta de que todos tenían que estar ahí y reforzaron el sentido de pertenencia.
A la vez, al momento de exponer su producto, también reconocieron que les faltaba preparación para hablar en público y ser más desenvueltos al utilizar un lenguaje académico y/o técnico. Creo que uno de los fuertes de este programa es que tengan que redactar y protagonizar un pitch.
¿Recomendarías a otros colegas participar de Latin Code Week? ¿Por qué?
Lo recomendaría porque es un aprendizaje totalmente significativo y motivador. Además, al analizar una problemática real y concreta, le da mucho más sentido a su trabajo. El equipo de Kaizen, por ejemplo, pensó una solución sostenible, para un problema totalmente real y que los involucra a ellos en un futuro muy próximo.
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