En estas tres décadas, más de 1.100.000 estudiantes vivieron la experiencia Junior y pueden dar fe de la huella que deja. “Aprender, soñar e inspirar” fue el lema que guio este año de festejos, aprendizajes y desafíos en el cual:

Aprendimos a medir de manera sistemática el impacto de nuestra tarea para poder crecer y mejorar. Por segundo año consecutivo, comprobamos que los jóvenes que participan en nuestros programas tienen mayor propensión a emprender, mayor confianza en su futuro laboral y mayor autoestima.

Soñamos con expandir el alcance de nuestra propuesta y trabajamos para que suceda. Gracias a la digitalización de nuestros programas, crecimos como una organización federal presente en todo el país, en zonas urbanas y rurales. Hace un tiempo comenzamos a delinear el eje de habilidades digitales: hoy es una realidad que beneficia a miles de estudiantes, permitiéndoles diseñar futuros más prometedores. A su vez, nos consolidamos como una cantera de talento joven con más certificaciones que avalan competencias profesionales y emprendedoras.

Inspiramos a 60.250 jóvenes con el apoyo de una gran red que apuesta por la educación centrada en valores: el esfuerzo, la perseverancia, el compromiso y la responsabilidad de crear con otros. El valor de la formación y el trabajo.

Nos animamos a todo. Ganamos el Country Model Award de JA Americas y fuimos nuevamente reconocidos por NGO Advisor como una de las organizaciones más confiables e influyentes del mundo. Y como si fueran pocos los motivos para celebrar, recientemente recibimos la nominación al Premio Nobel de la Paz.

Gracias a los +1.800 docentes, +1.700 voluntarios y mentores, y +150 empresas y organizaciones aliadas que nos acompañan día a día y confían en nosotros.

¡Tenemos mucho de lo que estar orgullosos!
Sigamos construyendo el futuro y diseñando juntos los próximos
30 años de Junior Achievement en nuestro país.